Había una vez una chica
alta, blanca, de ojos ámbar y en plena juventud, que se acababa de mudar a una
nueva ciudad a causa de su padre que fue enviado a una nueva sucursal que se
inauguró cuando ella acababa de terminar sus estudios básicos. Ahora ella se
enfrentaba a una nueva ciudad, con personas y lugares para conocer. Su nombre
era Katherine Elizabeth y sus padres los señores Hudson estaban tan emocionados,
porque a ellos les encantaba las aventuras, irse de viaje, conocer nuevas
personas y no vivir en la rutina.
Katherine al saber que se
iba a una ciudad tan famosa como New York, sin pensarlo dos veces se inscribió
al instituto más prestigioso de ahí, el instituto St. Martin de New York el
cual era el más estricto en lo que se refiere al nivel académico, para poder
solicitar entrar a ese instituto se debía tener dinero y notas normales, ser un
excelente deportista y ganar una beca como tal o ser alguien muy empeñoso en
sus estudios. Katy, como le decían sus padres, era una chica que le encantaba
estudiar ya que sabía que sus padres no tenían el suficiente dinero para
pagarle un instituto caro, ella lo único que se decía a si misma era “Lo hago
por ellos y por mí” y así fue como entró becada a una escuela cara, a un
colegio y ahora al mejor y más caro instituto de New York, pero no sin antes
tener una entrevista para saber cómo es el o la alumna que quiere ingresar.
Cuando le hicieron la
entrevista a Katy para saber si se merecía la beca lo que dijo fue algo que
asombró a los profesores y directivos que encontraban entrevistándola.
-
Según lo que dice en este documento usted ha tenido siempre las notas y
disciplina perfecta. Dijo la directora con una mirada intimidante hacia Katy.
- Si
así es. Dijo Katy mirándola de la misma forma a ella.
- Y
¿me podría decir usted por qué desea entrar a este instituto?. Dijo uno de los
profesores mientras escribía en un papel todas sus observaciones hacia ella.
-
Bueno, la verdad no les voy a decir lo mismo que le dicen todos los alumnos que
se sientan en esta silla, ya que no solo quiero ingresar aquí porque este sea
un prestigioso instituto, lo quiero porque sé que mis padres estarían
orgullosos de mí por poder seguir adelante sin ayuda de ellos y valiéndome
por mi misma, sé que estudiando en este instituto, cuando salga a mis 18
años seré mayor de edad y podré irme a
países donde mis padres no han podido ir por falta de dinero, además podré
conocer lo que es la soledad y luchar por algo que quiero, sin valerme de nada
ni nadie, solo de los conocimientos que adquiera aquí, de la universidad a la
que vaya y del trabajo que obtenga. Dijo Katy con mucha determinación
-
Muchas gracias por haber venido, pronto se le enviará una carta para saber si ha
sido aceptada o rechazada. Al momento de que Katy se fuera los directivos y
profesores que se encontraban en esa mesa delante de ese asiento vacío, se
quedaron sorprendidos por lo que dijo Katy, ya muchos de los chicos que han
entrevistado solamente han dicho halagos del instituto y no la verdadera razón,
motivo o circunstancia por la cual quieran ingresar al instituto.
Después de unas semanas, en
la mañana del 20 de Marzo del 2010, antes de que empezaran las clases en la
toda la ciudad, la familia Hudson recibió una carta del instituto St. Martin de
New York para comunicarles que Katherine Elizabeth Hudson South había sido
aceptada. Los gritos y lágrimas de emoción no se hicieron esperar de los
señores Hudson, gracias a tanto ruido Katy fue despertada y los padres
corriendo a abrazarla le dijeron tan felizmente que había sido aceptada y
pronto podía retirar su uniforme en los almacenes del instituto. Katy quedó
totalmente en shock ya que no podía creer que las palabras que dijo ese día le sirvieron
de ayuda para que fuera aceptada, y apenas se dio cuenta que todo era verdad
empezó a llorar de felicidad, ya que su sueño iba a ser realizado.
Ya era el primer día de
clases y Katy aún no podía creer que vestía ese uniforme tan hermoso y elegante
como lo era el uniforme del instituto St. Martin. Cuando la directora terminó
de dar el discurso de la ceremonia de apertura para todos los estudiantes
nuevos y antiguos, cada tutor de curso dicto quienes debían ir con ellos, el
instituto era un lugar donde cada curso representaba el rendimiento de los
estudiantes, es decir que los mejores estudiantes estaban en el curso A y los
menos destacados estaban en el curso F, a Katy le toco ir al curso A ya que
tenía el mejor rendimiento académico de todo primero bachillerato.
Cuando Katy entro al curso
se dio cuento de que todos se conocían desde antes ya que el instituto St.
Martin también tiene pre-escolar, escuela y colegio. Cuando toco el momento de
presentarse, Katy sintió las malas miradas de todos, al principio pensó que
solo era su imaginación pero poco a poco se dio cuenta de lo que en realidad
era ese instituto.
En el instituto St. Martin
los becados son tratados como escoria de la sociedad ya que los chicos creen
que los que no tienen tanto dinero como ellos no merecen pertenecer a ese
instituto ya que para ellos debería ser exclusivo para las personas con dinero.
Cuando fueron los primeros
exámenes, Katy quedo otra vez en primer lugar, pero esta vez de todo el instituto,
era la más inteligente y responsable, esto provoco mucho más odio de parte de
sus compañeros, poco tiempo después Katy encontró su banca rayada con insultos
y obscenidades que sus demás compañeros habían escrito hacia ella, cuando Katy
denuncio esto a las autoridades, estas solo pudieron hacer un llamado de
atención ya que todos los alumnos que están en el curso son los alumnos con más
dinero y más aportación hacia el instituto.
Cuando todos se enteraron de
que Katy los había denunciado hacia las autoridades se pudieron más enojados y
por ende más agresivos, Katy regresaba golpeada del instituto, a veces olía mal
porque le habían tirado a la basura o sino le tiraban agua del inodoro, los
padres estaban muy preocupados por ella, pero ella se contenía y lloraba
únicamente por las noches en la seguridad de su cama. Katy solo deseaba una
cosa, cumplir su sueño, pero aún faltaban dos años para que ese sueño se
cumpliera.
Los meses pasaron y Katy
sufría cada vez más de bullying, pero ella seguía diciéndose a ella misma “Lo
hago por ellos y por mi” y así lo repetía, lo repetía y lo repetía cada noche
llorando en su almohada, ya que no podía quejarse con sus padres y dejar que la
cambien a otro instituto.
Cuando por fin llego el último
día de clases los compañeros le dejaron una nota que decía “te esperamos el
próximo año. Att. Tus lindos compañeros”, Katy solo quería olvidarse de todo lo
que paso en el año e irse de vacaciones con su familia, y así fue, ya que Katy
se olvidó de todo y por fin dejo de llorar por las noches y en vez de eso
sonreía tan jovialmente que llenaba la habitación con ese encanto.
Katy no se dio cuento pero
solo faltaban 2 días para comenzar otra vez esa pesadilla que había tenido el
anterior año. Cuando la asignaron otra vez al curso A, lo primero que se
esperaba era regresar otra vez golpeada y apestando a su casa, pero no fue así,
ya que ingreso otro alumno nuevo que era igual de becado que ella, pero al
molestarlo el sí lloraba al frente de todos y eso les hacía dar más ganas de
molestarlo, es así como olvidaron a Katy, pero que Katy estaba harta de ver
como un chico en las mismas condiciones de ella era así de maltratado, así que
empezó a hablarle en secreto, él se llamaba Jorge y él era mucho más pobre que
ella, él vivía en condiciones inhumanas, y quería sacar a su familia adelante, él
ya había pasado por circunstancias iguales a las que está pasando ahora en el
instituto.
Katy mientras más conversaba
con él, más se enamoraba ya que Jorge era una persona romántica y poética, era
un chico alto, blanco, de ojos verdes y un cuerpo bien formado, el ideal de
muchas, pero no tenía dinero. Cuando Katy se le declaro a Jorge, él le dijo que
también tenía sentimientos hacia ella, pero que era mejor no mostrarse como
pareja en el instituto, ya podría ser que les hagan bullying a los dos, Katy
acepto, con la condición de que salgan juntos todos los fines de semana.
Un día mientras estaban
conversando a escondidas una de las chicas del curso grito “ ¡Vengan todos a
ver a la nueva pareja del instituto St. Martin!”, apresurando el paso todos los
chicos del curso A y de otros cursos vieron a Katy y a Jorge juntos en un
pequeño cuarto de limpieza, no paso mucho tiempo para escuchar en todos los
pasillos como nombraban a los dos chicos como “la pareja de los becados”,
cuando una chica le pregunto a Jorge si eran novios él le dijo “nunca seria
novio de una chica tan fea como ella, solo somos amigos, ya que los dos somos
becados, yo ya tengo novia en otro instituto, así que por favor Katherine
alejate de mí y nunca me vuelvas a hablar”, diciendo estas hirientes palabras
Katy se fue llorando a su casa, no le importo el instituto, ni sus padres, ni los
chicos que el año pasado le hacían bullying, en ese instante Jorge era la
única persona más importante en su vida,
y si así era el verdadero Jorge no quería saber nada más de este mundo, se
preguntaba constantemente “¿porque a mí?, yo no he hecho ningún mal a nadie,
¿porque?” Llorando y ahogándose en lágrimas Katy llego a la única solución de
suicidarse, ya que su primer y único amor no sentía nada por ella.
A la mañana siguiente los
señores Hudson vieron a su hija en la bañera llena de sangre que salía por sus
muñecas cortadas. Llorando desastrosamente estaba la señora Hudson porque amaba
demasiado a su hija y no soportaba la idea de que la había perdido, y en el
mismo lugar estaba el señor Hudson consolándola y llorando por dentro por su
única y adorada hija.
El día del funeral de Katy
todos sus compañeros del curso A fueron a visitarla, llevándole las más
hermosas y costosas flores que pudieron conseguir, y ahí también estaba Jorge
llorando con una pobre margarita y una nota que decía “yo sí te amaba, ¿por qué
lo hiciste?, solo te quería proteger de estos monstruos que tengo de
compañeros, te lo tuve que haber dicho cuando estabas viva, pero como no te lo
dije te lo diré aquí, te amé desde el primer día en el que en secreto viniste para conversar conmigo, te amo ahora que estas muerta y te seguiré amando siempre,
aunque este viejo y tenga una familia a la cual proteger”. Katy desde el más
haya leyó estas palabras y arrepintiéndose por no haber utilizado su inteligencia y haberse suicidado por una cosa tan pequeña, lloro mucho y
suplico que por favor dejen que Jorge sea feliz y que en un futuro cuando el
muera, ella quería verlo una vez más para decirle con una gran sonrisa, que siempre lo ha amado y nunca lo olvido.
~FIN~